Nada como un dia de lluvia, el aroma fresco, las calles humedas y el sonido del agua adornando todo en su concierto, para despertar la curiosidad y acercarnos a la ventana a recordarnos corriendo entre charcos, entre calurosos alivios de verano y frias anecdotas de invierno con paraguas desflorados por el viento invitando a la risa de la silenciosa picardia, a ver gotas interminables llevando a cabo su viaje obligado entre las hojas en los arboles, en la humedad del aire y la bruma de glaceados vidrios, de algun amante abrazandonos con ternura, o un merecido descanso de feriados o fin de semana, aveces, protagonistas de la excusa perfecta a adornar nuestros castillos de cristal con sueños en colores prestados del mismisimo arcoiris. Un largo suspiro, un parpadeo lento y desinteresado hacia un mundo que hoy no nos esta obserbando, que nos resgurda en la calma, y nos asombra en sus detalles.
Estimado Juany:
ResponderEliminarMe parece una cascada de bellos pensamientos.
Últimamente he añorado el valor de un buen amigo, sus palabras, los gratos momentos compartidos.
¡Bien por la mezcla de los auténticos valores de la vida!
Con afecto:
Arturo
Gracias Arturo, siempre es grato leerte en tus comentarios, muchas gracias, un abrazo!
ResponderEliminarJuany.