¿Es el amor una historia sin fin?

El amor es una historia sin fin, ese es un hecho cuando se aprecia mas allá del presente que se vive, puesto que es  también el secreto mejor guardado en la verdadera edad que alojan nuestras almas por no reiterar rostros, paisajes o inclusive para creyentes, vidas pasadas; lamentablemente, jamás descubriremos como develar sus misteriosos métodos por ser tan humanos hasta chocarnos de frente con la respuesta, y tal vez, no verlo  sea muy posible mientras la circunstancia se nos mofe a carcajadas, porque como siempre, nada más divertido y emocionante que complicarnos la existencia, tratando de llamarlo constante “aprendizaje” que nos brinda la vida, como si ella tuviera la culpa, claro!. 

Dependiendo del punto de partida o la perspectiva con la que hablen nuestras manos, nuestros ojos o inclusive nuestras sabanas, todo es deducible a la respuesta que se decida otorgarle a esa bella o torturadora emoción, siempre se puede elegir, eso jamás debe relegarse al olvido por más que inviten las excusas a llamarse “dictamen”.

El amor posee muchas formas, si bien ninguna de ellas puede ser resguardada por un cuerpo o mantenerse en un tiempo o espacio, me permito decir a modo de “encasillar” un ejemplo como buena costumbre la imposición de las sociedades, que el mas inmortal de los sentimientos en la historia de la humanidad, es capaz de manifestarse en infinidad de situaciones, personas, lugares e inclusive y sin saberlo, mas de una vez, en las apreciaciones más inesperadas , a las que luego se les nombra por “sorpresa”, y puede ser  en ese entonces dilucidar en un instante de claridad, que si bien historias hay muchas, y que los finales dependerán de un punto final o suspensivos, este emperador reconocido con la forma de un rojo corazón, siempre dominara el universo.