Mientras la mirada perdida descansa y el ruido de las monedas en el bolsillo se hace escuchar al caminar, es fácil poder notar el cambio, mirarnos las manos , luego hacia delante y sonreír , con la cabeza en alto, con alguna preocupación como todo el mundo, o algún alivio porque no!, descubrir las decisiones tomadas, ver como por el retrovisor de un espejo cuanto hicimos y cuanto dejamos de hacer, sumando todo al peso de una balanza maniobrada por una ciega mujer, porque a veces fue necesario, pero cuando tomamos aquella decisión de unir, a alguien, a algo, que gratificante saber que fue uno participe de esa definición en un partido sin rivales, Si!, volvemos a elevarnos junto al alma engrandecida de una “buena decisión”, hasta le damos gracias a la mucha o poca experiencia que nos obsequio la elocuencia o la palabra, la que sonó en algún oído, la que se dijo o la que se escribió.
Siempre supimos en lo mas profundo del corazón cuando nos iluminamos a pensar, a repasar las paginas de nuestra historia sin celos, sin resentimiento, sin codicia en los ojos, estando únicamente con nosotros mismos, que las decisiones “cuando dividen” , no son buenas decisiones, pero talvez , alguien, o uno mismo, y sin excusas, se lo debe a la marca del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario